TStiempre había escuchado que lo de los mensajes lanzados al mar en una botella eran una leyenda. Pues no, no lo son. Al menos desde que se sabe lo que le pasó el pasado mes de agosto a Dennis Komsa , un ciudadano norteamericano que en 1963 lanzó al mar un mensaje en una botella y ha sido recogido ahora por otro compatriota. Lo recoge el diario New York Daily News. El joven Komsa entonces tenía solo 12 años cuando lanzó el mensaje desde Seaside Hights, en la costa de Nueva Jersey. El ritual formaba parte de una serie de experimentos que hacía con su padre. El mensaje incluía un sello para que el receptor remitiera sus respuestas a una serie de cuestiones sobre dónde había encontrado la botella. En este caso fue Norman Stanton quien encontró el mensaje cuando retiraba los escombros provocados por el huracán 'Sandy' a solo unos 300 metros de donde fue arrojado el frasco. Stanton tardó cerca de un año en encontrar el domicilio del emisor. La realidad supera a la literatura una vez más. Muchas veces me he sentido náufrago y he lanzado botellas con mensaje. También lo hice siendo niño en las playas de Cádiz. En ocasiones sueño con que encuentran mis misivas y me responden amigos nuevos desde países lejanos. Parece que en ese mundo extraño cualquier cosa es posible. Hay películas en los protagonistas encuentran el amor de su vida por este método. Sin embargo, creo que el azar y su capricho son, al menos para mí, mucho más excitantes. Aunque sólo sea para gritar socorro. Refrán: Botella vacía y cuento acabado, no valen un cornado .