La presente edición del Festival de Teatro Clásico está haciendo historia. Y ya no es porque ha llegado a sus bodas de oro. Después del tirón de la obra Yo, Claudio , convertida en la más vista de todas cuantas han pasado por el teatro romano emeritense, las entradas para asistir el sábado a Medea, la extranjera ya se han agotado. Algo inusual cuando aún no se ha estrenado. Más expectación no se puede pedir.