¿Por qué el ayuntamiento emeritense no tiene hojas de reclamaciones como es obligatorio para cualquier otro servicio, público o privado? ¿Acaso piensan que están por encima de sus propios reglamentos cuando te contestan que ellos no tienen hojas de reclamaciones porque son la administración? ¿Y cómo hacemos entonces los ciudadanos para quejarnos de su pésimo servicio? ¿Ponemos un cartel delante de la casa del alcalde para informarle de que las colas del departamento que lleva los empadronamientos son de vergüenza? ¿Compramos un megáfono y nos dedicamos a vocear por las calles que, mientras ese departamento en cuestión, atendido por un solo administrativo, tiene colas de espanto que te hacen perder tiempo en tus horas de trabajo (que es cuando atienden), los demás administrativos están sin usuarios a los que atender?

Igual prefieren que montemos en cólera delante del funcionario responsable de gestionar los recursos humanos y así comiencen a distribuirse el trabajo, desapareciendo la cola en pocos minutos, como ocurrió el día en que la que suscribe la carta decidió protestar ante semejante situación. Y si puede hacerse cuando un ciudadano protesta es que puede hacerse siempre.

A lo mejor es que están esperando a que les denunciemos ante la policía municipal para que vayan a comprobar como incumplen la ley al no tener a disposición del público las pertinentes hojas de reclamaciones que obligan a tener a todos los demás, y les sancionen, como al resto.

Da gusto ver como la administración predica con el ejemplo. A lo mejor nos da a todos por hacer como ellos y creernos por encima de leyes y reglamentos.

Sandra Guzmán González **

Mérida