La 59 edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida ha bajado el telón y lo ha hecho con unas cifras incontestables: un incremento del 40% en el número de espectadores y un superávit de 425.000 euros en taquilla, según los datos facilitados ayer por el presidente del Gobierno de Extremadura, José Antonio Monago , la consejera de Educación y Cultura, Trinidad Nogales , y el director del certamen, Jesús Cimarro.

Y es que el de Mérida ha logrado este año superar todas las expectativas después de que casi 75.000 personas --fundamentalmente de Extremadura, Madrid y Andalucía-- hayan pasado por las gradas del Romano, donde se han recaudado 1,5 millones de euros por venta de entradas.

La labor desarrollada por la administración regional es, sin duda, meritoria, porque el festival emeritense se ha consolidado como una de las tres citas culturales de referencia del verano en España y ha conseguido remontar a la situación de crisis que padecía, con una deuda de cuatro millones.

Los grandes de la escena han paseado su palmito por Mérida, ciudad que gracias a su teatro ha vuelto a conseguir que Extremadura suene. Beneficios económicos para la hostelería, promoción exterior y una apuesta sin medias tintas por la cultura hacen que el Clásico sea insustituible y siempre necesario para nuestra región.