Esto es lo que ha debido pensar el responsable de la empresa Fundicotex, como de Santa Marta (Colombia) dice la canción. Y volvemos a lo de siempre: de un Plan Estratégico Municipal se espera un estudio serio de necesidades y propuestas asumibles por el ayuntamiento, no una recreación por ordenador de un trabajo en el que los detalles técnicos y económicos son suplantados por imágenes de ordenador.

En primer lugar, la idea no es nueva en Mérida ni original de quien la propone; el tema del tranvía aparece y desaparece como el Guadiana, solo que lo hace siempre en periodo electoral y desaparece pasadas las elecciones. Pero en honor a la verdad, el representante de Fundicotex tendría que haber dicho que se ha limitado a recoger la propuesta que otro partido hizo hace algún tiempo, y no presentarlo como si fuera un proyecto novedoso y del Partido Popular.

Además, tendría que haber aclarado que es un proyecto deseable, pero que su realización es costosa y está en manos de otras administraciones, porque la vía actual, los terrenos de la estación y los puentes son del Estado. Por otro lado, el tranvía está compuesto no sólo por vagones: necesita una línea aérea electrificada y subestaciones que proporcionen la energía necesaria, y cocheras y talleres, y también espacios para paradas. Y esto solo es posible en grandes avenidas donde se puede compartir el espacio utilizado por los coches, y no en las calles saturadas de tráfico como son las del recorrido propuesto. En cuanto a esa parte que puede ser subterráneo hay que decir que sólo se podría soterrar allí donde el tren va ahora en trinchera (200 metros). En el resto del trazado tendría que hacerse una superestructura aérea si se pretende en algún otro tramo compartir a distinto nivel la circulación ferroviaria con la de los coches.

XHAY OTROSx aspectos, técnicos y económicos, que se pasan por alto, y no es serio viniendo de una empresa que ha de presentar una propuesta técnica, no política.

Por otro lado, el PGOU contempla la desaparición de la vía del tren y la construcción obligatoria de una avenida urbana que una la ciudad consolidada y los nuevos desarrollos urbanos previstos al otro lado del ferrocarril. Por su parte, el propio Plan Estratégico considera que la vía es una barrera que divide la ciudad. Entonces ¿a qué viene renunciar a construir la avenida mencionada, que une y es obligatoria en el PGOU, y plantear, en su lugar, el mantenimiento de esa barrera urbanística que es la vía férrea reutilizandola con el paso de un tranvía?

La ingenuidad llega a extremos insospechados cuando se plantea utilizar el tranvía para construir una ciudad lineal hasta la cercana población de Don Alvaro. Primero porque las ciudades lineales son muchísimo más costosas y menos habitables que las que crecen en círculo, y segundo porque para utilizar este trazado de vía férrea habría que construir una nueva variante desde Don Alvaro que entrara por Calamonte a Mérida, con otros dos puentes nuevos sobre el Guadiana, aparte de los nuevos para el casco urbano.

Existen tantos proyectos de tranvía como ciudades por las que pasa el tren convencional y está prevista alguna reforma ferroviaria, pero sólo llegan a existir y subsistir (todos son deficitarios) en las grandes ciudades. La mayoría son antiguos ferrocarriles mineros, portuarios, o de líneas férreas en desuso, que sirven más al turista que al transporte urbano. Decir que con el tranvía se van a unir las barriadas de Mérida es una burla y no conocer la ciudad, porque su recorrido recuerda más el trenecito de cuerda que nos traían los Reyes Magos y que siempre giraba en círculo sin pasar por ninguna parte.

Y no olvidemos que uno de los argumentos principales de las alegaciones que el ayuntamiento presentó al trazado del AVE a su paso por Mérida era que no podía entrar por Plantonal de Vera - San Andrés utilizando la actual vía del tren porque atravesaba entornos monumentales (Circo, Xenodoquio, Puente Romano, Acueducto de los Milagros...).

De modo que hay que ir más allá de lo que aguanta el papel, porque ya puestos también podrían proponer un teleférico desde la sierra de Arroyo, o un funicular hasta la sierra de Carija, o una lanzadera espacial, que también sería deseable que estuviera en Mérida.

*Exgerente de Urbanismo de Mérida