Escritor

Qué terror no tendrá formado en Mérida mi buen amigo Angel Calle, que hasta Acedo ya no sabe ni lo que hace creando empresas sin parar, mientras las huestes de César avanzan. Pero lo más gracioso es ese grupo de catetos que forma el grupo mixto en el ayuntamiento, que nos adelanta de alguna manera que el PSOE ha puesto la proa hacia un punto del horizonte que le va a dar resultado, y por fin Mérida será la capital del imperio extremeño sin necesidad de ponerse ninguna gorra. Calle hará que Mérida sea un lugar de encuentro querido y hasta soñado, teniendo en cuenta la necesidad que tiene Extremadura de tener referencias que nos unan y no que nos desaten. Para que esto ocurra, y es difícil que ocurra, es necesario que un gran político tome esas riendas y nos hable sin boina. Porque yo no sé qué respuesta puede tener ese partido de la capitalidad cuando para hablar de ésta a quien hay que convencer no es a los emeritenses, sino a todos los extremeños. Es decir, que hay que salir fuera y tener un pedigrí especial de llegada. Yo a Romera, como ya he dicho desde esta columna, lo vi siempre como el encargado de la foto en una época de fotomatón. Pero la foto ha avanzado ya mucho, y en esta época de la digitalización, Pino y Romera están para hacer por los paseos de Mérida de los hermanos Tonetti, y sería un gran espectáculo del Circo Atlas, pero no de una Mérida capital de la eterna cultura. Sería una decepción que esta pareja de Sacapuntas diera con la clave de lo que Mérida desea. El respeto que como personas nos merecen todos los políticos del arco, es intachable; pero como sucesores y representantes del pueblo de Mérida, creo que esta ciudad no debe de tropezar más en la misma piedra.

Comprendo que son unos meses angustiosos y el personal está que cambia de boxer a diario, pero uno les pediría tranquilidad, sosiego y darse cuenta de la calidad del adversario.