Mañana se cumplirá un mes de huelga en los juzgados de las comunidades en las que todavía no se ha transferido la Administración de Justicia, entre ellas la comunidad extremeña.

A pesar de los servicios mínimos establecidos, siempre abusivos según los sindicatos y escasos según la Administración, miles de juicios han sido ya suspendidos, miles de trámites encallados, y miles de trastornos se han causado ya a los ciudadanos. La Justicia, de la que siempre se ha dicho que va con retraso --en Extremadura, afortunadamente, menos que en la mayoría de las regiones-- arrastrará durante mucho tiempo los efectos de esta huelga, de la que llama la atención que dure tanto.

¿Alguien, funcionarios y Ministerio de Justicia, había previsto que el conflicto podría durar un mes? ¿Alguien, con la huelga enquistada, tiene eso que ahora está tan de moda: una ´hoja de ruta´ para acabar con ella?

Los motivos de la huelga son perfectamente comprensibles para los ciudadanos: los funcionarios, que están mostrando una unidad sin fisuras, exigen igual salario que los de las comunidades autónomas con competencias transferidas, una reclamación elemental.

Pero con ser justas las reivindicaciones (los mismos jueces han hecho expresas declaraciones sobre ´la justicia´ de las mismas) es difícil que en una huelga se obtenga el 100% de lo que piden los huelguistas. Son días de negociaciones: los funcionarios contestarán mañana a la última oferta del ministerio. Ojalá y estemos ya en la desembocadura del conflicto.