Michael Schumacher (Huerth-Hermuelheim, Alemania, 3 de enero 1969), que ayer se proclamó por sexta vez campeón del mundo de Fórmula Uno, sigue insaciable de éxitos y tras haber igualado el pasado año la legendaria marca de cinco títulos del argentino Juan Manuel Fangio, ya reina en solitario en la historia con uno más.

Tras igualar los cuatro consecutivos de Fangio , de 1954 a 1957, quizá su próximo objetivo sea el de convertirse en el primero en conseguir cinco consecutivos. Es el segundo campeón del mundo más joven que ha tenido la Fórmula Uno por detrás del Emerson Fittipaldi y ha batido numerosas marcas: mayor número de victorias (70, diecinueve más que las de Alain Prost); 56 vueltas rápidas en carrera; y 1.038 puntos.

Para conseguir este palmarés inigualable, que le llevará a encabezar todas las clasificaciones al final de su carrera, de la que, al menos, le quedan dos años, Schumacher no ha reparado nunca en la forma de conseguirlo.

Iniciado en el mundo del kart, --su padre tenía una pista en Kerpen--, luego pasó por la Fórmula Ford y la Fórmula 3, en la que logró el título nacional en 1990. Debutó en la Fórmula Uno en 1991, en el Gran Premio de Bélgica, al volante de un Jordan. Tras lograr dos títulos en Benetton, confirmó su hegemonía con Ferrari, a la que devolvió al primer plano mundial.