XCxomo suele ser habitual, tras conocerse los nombres de los ministros/as han aparecido declaraciones de personas próximas a ellos en las que nos obsequian con algunas de las virtudes que los adornan. A la hora de definir a las ministras suelen referirse a que "es muy trabajadora". Eso da que pensar.
De un hombre dedicado a la política se puede resaltar su formación enciclopédica, los éxitos que ha obtenido en diversos cargos, su inteligencia y algunas veces se dice de él que "tiene el estado en la cabeza". Pero nunca se dirá que es trabajador, porque eso parece indicar que todos sus éxitos se deben no a sus capacidades intelectuales, sino a su capacidad de trabajo. Si acaso se dirá que "dedica muchas horas a su tarea", que añade un gran rendimiento a su capacidad intelectual. Sin embargo, parece que la cabeza de las mujeres es tan pequeña que no cabe en ella el estado y ni siquiera una pequeña comunidad autónoma. Su inteligencia no aparece por ninguna parte y si es el caso se dice que es "lista". De manera que los éxitos que haya podido tener en su carrera se deberán a su amor por el trabajo, a su tesón y, en boca de algún malpensado, a sus favores en la cama. ¿A qué le deberán, pues, su carrera política algunos hombres? ¿Por cuántas camas habrán pasado? Porque, la verdad, no es necesario ser muy inteligente para superar los listones que ponen algunos hombres dedicados a la política, desde concejales a ministros, pasando por senadores y diputados. No hay que ser muy versado en lenguas ni un gran parlamentario para decir "manda güevos", por ejemplo.
Por otra parte, decir que una mujer es trabajadora suena a redundancia. Porque podrá tener otras virtudes y vicios, pero lo que no suele faltarle casi nunca es su dedicación a las tareas que se le encomienden o que ella misma asuma. Probablemente el currículo escolar de cualquiera de las ministras será más brillante que el de la mayoría de los ministros y sus investigaciones mucho más profundas y rigurosas. Pero eso se deberá a las muchas horas dedicadas, nunca a su capacidad intelectual. No sé qué tendrá que hacer una mujer para que se le reconozca su inteligencia. ¿Pasar unas horas en México y aprender a hablar el mexicano?
*Profesor
