WEwl compromiso de Rodríguez Zapatero de retirar las tropas españolas de Irak con rapidez se ha cumplido. Y, además, con eficacia e informando de forma transparente pero discreta para garantizar la seguridad del contingente español. Cada etapa del repliegue se ha conocido con detalle en el mismo momento en que ya estaba en marcha, ni antes ni después. En esta delicada operación el Ejército español ha demostrado la profesionalidad y la corrección que también ha exhibido al gestionar la zona que tenía encomendada.

Con un espíritu de fuerza de pacificación y contención muy distinto del que ha desplegado el Ejército de EEUU, a pesar de la violencia creciente en Irak y de las presiones de Washington para implicarnos en acciones de combate.

El actual Gobierno español ha corregido con este repliegue el error que cometió el anterior al apoyar la guerra de Irak y participar en la desastrosa ocupación. Las encuestas y las urnas han puesto en evidencia el apoyo ciudadano a este giro.

Tras las pruebas que demuestran, día a día, la crueldad de la política represiva de EEUU en Irak, aún es más difícil reprochar que España haya decidido no hacerse cómplice de ella ni un día más de lo indispensable.