TLtlevar al cine la vida de una artista como Lola Flores , siempre entraña un peligro, por muy lograda que esté la película de Miguel Hermoso . La razón es la cercanía de su muerte, de su vida, de su lucha por sacar a sus hijos adelante, por seguir trabajando, por seguir en activo cuando cualquier otra en sus circunstancias se hubiera encerrado en su casa para que nadie viera su deterioro, o sus lágrimas. Son imágenes tan recientes, tan vivas, que yo las tengo impresas en mi retina, y que serán difíciles de olvidar porque era una artista que forma parte ya de la mitología.

Dicen que a Lolita y a Rosario no les ha gustado el film porque apenas se habla en la película de los logros artísticos de su madre, que fueron muchos. Comprendo su enfado, es más, pienso que no deberían de haberla visto porque para unas hijas siempre es difícil asumir con imparcialidad escenas que lógicamente hieren su sensibilidad de hijas de una mujer que por encima de todo fue una gran madre. Prueba de ello es cómo ayudó a su hijo Antonio en los momentos más duros de su vida, cuando estaba enganchado a la droga, cómo pasaba las noches enteras hablando con él, en un intento desesperado por apartarle de lo que ella sabía sería su final.

La historia de Lola Flores estará incompleta si no se le sitúa en el contexto social y político en el que le tocó vivir, a ella y el resto de los españoles, si no se cuentan las dificultades de las mujeres para poder manejar las riendas de su vida, para tomar decisiones sobre su presente o su futuro. Después de la guerra civil España se convirtió en un país dominado por la Iglesia más retrógrada y el franquismo más virulento. Intentar salir adelante sin pagar un peaje por ello, era casi inimaginable. Y Lola lo pagó, porque de no hacerlo seguramente hoy no estaríamos hablando de ella. Salirse del guión en aquellos tiempos, era una batalla casi imposible de ganar, más si se trataba de una joven sin recursos, pero con unas ganas enormes de volar sola, de triunfar haciendo lo que ella sabía hacer, cantar y bailar.

Finalmente lo consiguió, como consiguió formar la familia con la que siempre soñó, al lado de Antonio González , al que permaneció unida hasta el final de sus días. Enturbiar su carrera profesional o su carrera personal por lo que hizo en los primeros años de su vida, no sería justo.