Marruecos, cuyo rey es Mohamed VI , tiene difícil transmitir la idea de que es un país donde las libertades civiles son respetadas, con operaciones como la emprendida el domingo pasado por su policía en un campamento de las afueras de El Aaiún, que se saldó con tres saharauis heridos y un adolescente de 14 años, de hombre Nayem Elgarhi, muerto.