En pleno taquillazo de Matrix reloaded, en donde luce en un pequeño papel, Monica Bellucci (Citt di Castello, Perusa, Italia, 30-9-1968) ha visitado España para rodar una nueva película en la que hace de espía del Gobierno francés. De ella siempre cuelga el sambenito de la belleza. Asegura que a los 15 años se dio cuenta de lo hermosa que era y su padre, un agente del transporte, la alentó: "Eres guapa. Tendrías que estar contenta y no esconderlo".

Estudiando Derecho, comprobó que le tiraban más las pasarelas que las leyes. Antes de los 20 años ya formaba parte de la elitista agencia Elite, la misma de Cindy Crawford. Le aguardaba el salto al cine. Y lo dio en 1990, de la mano de Dino Risi, al que le habían entusiasmado las fotos de una revista. Dos años después, debutó en EEUU dirigida por Coppola en Drácula de Bram Stoker (salía poco, pero lo suficiente para morderle en el cuello a Keanu Reeves). Siguió trabajando a buen ritmo, sobre todo en Francia (en donde vive con su marido, el actor Vincent Cassel), pero también en su país --lo mejor, Malena, de Tornatore--, y en el nuestro. Aquí actuó en A los que aman, de Isabel Coixet.

A los que se empeñan en arrojarle el dardo de que sólo es una tía buena, Monica les suelta este latigazo: "Si eres estúpida, no interesas a nadie. La belleza te hace interesante sólo cinco minutos".