MONLEON

TLta Batalla de La Albuera tiene este año a Pepe Monleón como referente o adalid por la Paz y la consiguiente Libertad. Aparte del acierto que significa este reconocimiento, el símbolo tiene un relieve muy alto. José Monleón, periodista, dramaturgo y hombre de teatro, es, además, un resistente, un pesimista que mira la vida desde un escenario poco común: la propia vida. Tiene, como todos los pesimistas, una extraordinaria documentación que ha reflejado en su extensa trayectoria en obras como El mono azul , en artículos y en revistas como Triunfo o la entrañable Primer Acto que dirige y con la que va a cumplir sus trescientos números de una nueva etapa, y textos teatrales, conferencias, intervenciones, etcétera. Es, citando al clásico, un optimista documentado, o sea, un pesimista lúcido y esperanzado. Si en La Albuera hubo una batalla, también la hubo en Sarajevo, el lugar en el que le escuché gritar a todo pulmón la palabra libertad, y en muchos lugares más que van desde Ramala en Palestina hasta el interior de nuestras raíces carpetovetónicas, lugar donde encuentra las claves para luchar contra la intolerancia. Fue también un director del Festival de Mérida adelantado a muchas propuestas europeístas, al mundo sin barreras, a la cultura universal. Y es, ante todo, un amigo de sus amigos. El ha prologado las obras completas del maestro Mediero no sólo porque en su día supo descubrir un nuevo teatro español que surgía de las cenizas del régimen, sino porque es amigo de sus amigos y su memoria está ligada al corazón.