Autor teatral

Empleado: (Lívido ante el espejo. Mejor, acojonado). ¡Dime que no es verdad, memoria mía. Que sólo es la jugarreta de un sueño malnacido! (Trágico). ¡Que te diviertes trayéndome los recuerdos de una pesadilla sin realidad! (Después de vomitar, se reconoce en el espejo): ¡Joder, qué careto! Si mismamente parezco el Sadam recién sacadito del agujero. ¡Qué ojeras,... qué resaca! (Explorándose la lengua): qué lengua de azufre... (el rayo de la realidad)... Ay madre... madre mía, lo que no haría ayer en esa maldita cena de la empresa. (Una sacudida interior y exterior le sacude): ¡Su puta madre... Mari Pili... (Más blanco todavía): años ignorándola por fea y anoche le dije que jamás vi unos ojos tan bonitos como los suyos... (arcadas): lo que me callé fue que dentro de la especie de los besugos... (tirita como un niño)... que las fotocopias que me traía llevaban en la tinta negra su olor fresco de azahar... (pasmado ante su osadía)... y se ducha cuando llueve. (Loco). ¿Es imaginación mía o yo la recité --y ella lloraba-- volverán las oscuras golondrinas? ¡Me cago en mi padre...! (Se refresca la cara). También fue una buena acción... pero jurarle que mi mujer no me comprendía y que lo que yo necesitaba era a alguien como ella... Así se animó y así me metía mano, con esa dedicación y entrega. ¿Sí o no? Sólo Dios lo sabe (reza). (Histriónico). ¿Pero he de cargar yo con toda la culpa? (Hace recuento). Porque al principio todo bien. Salimos de la oficina como Dios manda: cada uno en su sitio y cada cargo en su alma. ¡Como debe ser, coño, que para eso están las pirámides, con su vértice arriba y su base abajo! "Qué trabajo en estos días de balance final"... "Exhausta. Tengo la espalda tronchada"... "Pero, ¿estamos hecho un equipo, o no?"... "Te felicito, porque has currado que es un primor". Como tienen que ser las cosas... si no fuera por el vino, el orujo y las gracietas del jefe de negociado, que siempre la jode con sus chistes verdes y ¡somos cojonudos! Y claro, pasa lo que tiene que pasar: que la pirámide se cae, que el vértice se inclina y que la base se encima hasta la cúspide. Y se forma, joder, se forma: "Venga, coño, no me hables de usted... ni jefe ni nada, Paquito... ¿no somos amigos?... (mirando fijamente las tetas). "Fíjate, Lula, con lo antipática que pareces, y ahora me doy cuenta que eras una monada de compañera"... "Si es que está claro, como nuestro departamento ninguno... alaví, alavá...". Y encima yo con complejo de culpabilidad... (sonrojado)... Pero, ¿quién coño le manda a Ricardín ponerse a cantar por la Pantoja cuando el salmón a la pimienta?... ¿Y quién coño me mandó a mí decirle que todo quisque sabía que era maricón?... (suspiro del alma)... todavía debe estar llorando. (Rabioso). Ni bajo el agua me puedo estar callado. Claro que tampoco estuvo mal cuando Soraya invitó a Judith a que acompañara a su marido al baño: "Mujer, no ves que ni desabrochársela puede con la mona". "Y con la experiencia que tú tienes en el cuarto de la limpieza"... (los recuerdos se golpean como puños)... la informática con el berre de que nadie la quería... el ordenanza intentándose tirar a la auxiliar... y yo haciendo striptease en la mesa del restaurante, mientras Mari Pili me comía todo... (animándose)... También podría pedir una baja por depresión... O buscar un monasterio trapense... ¡Qué cuadro mañana cuando nos miremos para olvidar la maldita cena de empresa! (Telón).