Resulta que en el PP habían montado poco menos que una agencia de espionaje para vigilar a Bárcenas, que a su vez los tenía a todos vigilados vía recibos y recibí. Bárcenas repartía sobres en Génova como el que reparte boletos de lotería de Navidad en la empresa. Todos con premio. Pero nadie se fiaba de él. Sé fuerte, Luis, le decía en famoso mensaje Rajoy. Todo presuntamente y según vamos sabiendo por lo que sale de las cloacas. Las cloacas del Estado es que son así, un día revienta una y nos da en toda la cara un trompetazo de información con el que no contábamos. Vas en el coche y zas, te enteras de que a fulanito lo tenían comprado. Estás en la cola del dentista, figuradamente, y te viene el dato de que a zutanito le habían regalado un ático. Te pones a hacer la colada, la piña, y te informa la radio o la tele de que menganita almorzó con un pez gordo (a la sal) y que en se almuerzo se coció una conspiración. Se coció también el pez gordo, a base de gin tonic, ya sabemos que a este país le sobran dos gin tonic, si no, no se explica el grado de bordería y chulería y crispación que exhiben algunos. Las sesiones en el Congreso ya equivalen siempre a broncas. No hay descanso. Varios grupos, nacionalistas y aldeanistas mayormente, han registrado conjuntamente en el Congreso la petición de que se cree una comisión de investigación de la Operación Kitchen, que es así como se ha dado en llamar todo este supuesto espionaje al extesorero pepero.

Los socialistas tienen también ya elaborado el texto en el que se solicita a la Mesa del Congreso que se investigue al PP «por la utilización ilegal de efectivos, medios y recursos del Ministerio del Interior». Los ministros de Interior de este país no han aprendido que montar una Cia o un Mossad o una simple agencia de información a lo Mortadelo no es tan fácil y que todo se acaba sabiendo. Y que las lealtades son volubles. Chapucismo ibérico. La duración de esta comisión será de tres meses, estima el PSOE. Claro, un ardid para que el asunto esté en el candelero y los titulares el máximo tiempo posible. Todo el día sobresaltado uno con estos asuntos carpetovetónicos a los que el PP querría dar carpetazo. Seguro que hay alguien ya espiando a la tal comisión, poniendo micros, elaborando informes, dando soplos. Cloacas que el estallará a alguien en la cara en unos años.

* Periodista