Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo, es una frase tan citada de Eduardo Galeano que ha acabado por convertirse en tópico, pero no por ello deja de ser cierta. Con ella se presentan los integrantes de la Asociación Cultural Badila, de La Vera, que acaban de organizar una muestra de cine que apuesta por la descentralización y el mundo rural. Aspiran a poco, dicen, por lo que conseguirán mucho. De hecho ya lo están consiguiendo, porque las proyecciones han sido un éxito de público al igual que la inauguración con la orquesta de Extremadura. El empeño no es fácil, porque las películas tampoco lo son. Quieren convertir la muestra en un lugar de encuentro para cinéfilos y no tan cinéfilos, y para ello presumen de no tener alfombra roja, y de convertir en salas de cine las plazas de los pueblos. Ya con eso a mí me tenían ganada desde el principio.

Uno de los placeres de mi infancia era acudir a los cines de verano, a esas butacas incomodísimas, o a esos escalones ardiendo después de todo un día al sol, en los que te sentabas y disfrutabas de un programa doble, al que podías llevarte bocadillo y refresco. Esos cines, al igual que los otros, los de toda la vida, han ido desapareciendo. Por eso también aplaudo esta iniciativa, que apuesta además por películas independientes, que dialogan con el público, devolviendo a las plazas su función original. La novia, La fuente de las mujeres, Mustang…son ejemplos de la difícil convivencia entre lo nuevo y lo viejo, la fuerza de la modernidad y la entelequia de la tradición, o a la inversa. Sus argumentos hablan del mundo rural, pero también de conflictos por encima de cualquier situación geográfica. Hablan del poder de la educación, de la amistad, del amor y sus consecuencias, de la libertad y sus dificultades, de nosotros mismos. Durante toda la semana se han proyectado películas de las que no se vuelve indemne. Verlas es también un acto de protesta. Iniciativas como las de Badila contribuyen a que nuestros pueblos estén un poco más habitados. También es una manera de defender la educación y la igualdad, los pilares de esta sociedad en la que vivimos, el futuro de los pueblos, nuestro futuro .H

* Profesora