Dice Rojas Marcos (Luis) que "en una misma pantalla, adultos y menores reciben la misma impresión, aunque los menores atienden más a la sensación".

Refiero esto porque hay asuntos que pueden ser de psiquiatra, de juzgado de guardia, o incluso ir de la mano, dependiendo de que el análisis lo haga quien no descuida la atención como primer medio para pensar bien, o algunas celebridades comparadas con las cuales Valle Inclán no tenía ni idea del esperpento . Para muestra un botón:

En un juzgado (que es ese sitio donde los padres separados -a lo más- consiguen pírricas victorias, cuando no indecentes sentencias), al amparo y tras los tecnicismos de un montón de siglas (llámense LEC, EOMF, LOPG, etcétera, un año después de múltiples denuncias interpuestas por un padre por incumplimiento del RDV (o carcelario, veríguelo usted mismo), cierta autoridad, con bis y blas más de lo mismo y de forma repetitiva, espetó a una menor: "Te lo voy a explicar para que lo entiendas: puedes decir todo lo que quieras, pero no tienes por qué hablar mal de tu madre".

DPM. Digo yo, que estuve presente. ¿Por qué no al amparo de alguna ONG, del MEC o alguna de sus consejerías de educación , si mucho me apuran incluso del IVA, o del hecho de que el Guadiana pase por Badajoz , pensando en que, por reticente , no puede ser de recibo lo que ni siquiera es sensato, tal fue mi estupefacción al pensar en qué lugar se pretendía dejar al padre con tan tendenciosa explicación, y en cómo lo entendería la hija -que ni le veía- debidamente aleccionada para la ocasión, pretendiendo un fin -judicialmente relativo- a una larga labor de reciclaje contra el padre. Y me acordé de la escena de los sabios resucitados , a nivel individual sabían mucho de lo suyo, en cambio parecían unos ignorantes para, una vez reunidos, buscar soluciones conjuntas.

Gregorio Argüello **

Almendralejo