En estos días se está hablando mucho de la muerte del pobre chico Antonio Puerta, yo la primera que lo he sentido con toda mi alma, lo vi por televisión y creo que no lo olvidaré jamás cuando intentaban reanimarle... Muy triste, desde aquí mi pésame a sus familiares, que Dios lo tenga en el Cielo.

Pero ¿se han parado a pensar cuántas muertes hay de obreros cuando están trabajando? Porque su trabajo era el fútbol, y murió por desgracia en su trabajo.

Hay muchas muertes de obreros mientras trabajan y yo no veo tantas manifestaciones de duelo...

Precisamente esa misma mañana en la que toda Sevilla y alrededores estaban acompañando al pobre chico y a sus familiares en su dolor, y llevando cientos de coronas de flores y pancartas y fotografías, llantos y gritos con su nombre, pues esa misma mañana había muerto un obrero en una obra de un edificio. Lo aplastó un ascensor. Un obrero sin papeles, con veinte euros por doce horas de trabajo, no tenía casa, dormía allí en los sótanos de la obra, tenía mujer e hijos... ¿Cómo estará esa familia? Nadie se ha manifestado por esa muerte, nadie le ha mandado coronas de flores y de esos hay muchos, este hombre tenía 48 años y trabajaba en una obra sin licencia.

Los dos están ya donde no nos pueden oír, sólo nos queda rezar por ellos, de la muerte de uno se ha enterado todo el mundo, de la muerte del otro solo unos pocos que escuchamos las noticias y leemos los periódicos, ¡qué triste! Seguramente que cuando se hayan encontrado en el Cielo, uno le habrá dicho al otro Con la mitad de lo que se han gastado conmigo, habría vivido tu familia algún tiempo .

Amigos, políticos, gobernantes, pueblo en general y yo la primera, cuando Dios nos pida cuentas ¿no tendremos que bajar la cabeza avergonzados?

Mary Durán Calle **

Cáceres