Directora generaldel Instituto de la Mujer de Extremadura

Este año el Instituto de la Mujer de Extremadura se ha comprometido en la necesaria e importante tarea de declarar al mundo que estamos en contra de todos aquellos gobiernos que pretenden enviar sus ejércitos a invadir Irak en una injustificada, denigrante y absurda misión. Si bien es verdad que tampoco podemos justificar la actitud del gobierno de Irak con su prepotente dictador a la cabeza, aún menos podemos apoyar una guerra que, motivada por intereses estratégicos y económicos, traería desastrosas consecuencias para una población civil en donde mujeres, niñas y niños son siempre quienes sufren sus más injustos resultados.

Pero en este día, tenemos que decir una vez más las mismas cosas que venimos repitiendo desde hace muchos años; tenemos que decir que:

-- A la espera de la aprobación de una ley integral contra los malos tratos que haga frente al más grave problema que amenaza a las mujeres en nuestro país, seguimos luchando, con los instrumentos legales que están a nuestro alcance, para erradicar tan lacerante situación.

-- El reconocimiento del papel de la mujer en la sociedad y su contribución dentro de los ámbitos económicos, culturales y políticos es imprescindible para alcanzar la igualdad real entre mujeres y hombres.

-- Tan importante es el esfuerzo que hacemos desde los poderes públicos para defender los intereses presentes y futuros de las mujeres como el que debemos hacer todas y todos, la sociedad en su conjunto, para conseguir en la vida privada lo que públicamente confesamos como justo.

En definitiva, un sinnúmero de derechos por reivindicar, un montón de causas por las que luchar, millones de mujeres indefensas que necesitan de nuestro apoyo porque ni tan siquiera han tenido ni tienen la oportunidad de disfrutar de la única vida que les ha tocado vivir.

Tengo la convicción de que la solución a los problemas e injusticias que sufren las mujeres y que nosotros planteamos a diario, pasan por un cambio de actitudes que, de manera lenta pero firme, va consolidándose entre nosotras y nosotros.

Los extremeños y extremeñas, durante las últimas décadas, hemos demostrado ser capaces de alcanzar grandes logros sociales y nada nos impide que tomemos la iniciativa de romper las barreras existentes y que de verdad luchemos activamente por alcanzar la plena igualdad de oportunidades, la erradicación de la violencia de género y la consideración elemental y manifiesta de que, sin la consecución de estos logros, jamás podremos hablar de que nosotras y nosotros constituimos una sociedad plenamente justa y democrática.