Es un topicazo decir que "las ciencias adelantan que es una barbaridad" y si no, que se lo digan a los científicos que tras estudiar minuciosamente el busto de Nefertiti , expuesto en un museo de Berlín, han descubierto mediante una tomografía computerizada e imágenes tridimensionales que su autor, el artista egipcio Tutmosis , conocía hace 3.400 años truquillos parecidos al actual fotoshop y retocó los rasgos de la reina: limó el caballete de la nariz, le levantó los pómulos, los pliegues de los párpados, además de quitarle arrugas de las comisuras de los labios. Nefertiti gracias a estos retoques aparece como la bellísima escultura que todos conocen. El hallazgo habrá defraudado a más de uno. Esto nos demuestra que no hay nada nuevo bajo el sol.
La Historia ha ocultado algunos secretos, especialmente de la realeza. Hace dos años se descubrió en unas monedas egipcias antiguas que Cleopatra no poseía una perfecta nariz como nos habían hecho creer Plutarco y Shakespeare . La reina egipcia que enamoró a César y Marco Antonio ostentaba una gran nariz aguileña, casi tan grande como la que retrata Quevedo en su famoso soneto.
Volviendo a las reinas, Nefertiti fue considerada como el paradigma de la belleza universal, pero cuando perdió la juventud y se marchitó su belleza su marido el faraón Akenatón la repudió y se casó con una de sus seis hijas, la bella Meritaten . Los faraones tenían muchos privilegios. Y en la sociedad egipcia no existía el incesto.
La tecnología y unas monedas han revelado el secreto de Nefertiti, la que fue suegra y madrastra de Tutankamón , y la verdadera nariz de Cleopatra.
Siempre se ha aspirado a la perfección, a echarle un pulso al tiempo, retrasar o camuflar arrugas e irregularidades del rostro. Seguro que si estas reinas hubieran vivido en nuestra época habrían recurrido a los avances de la cirugía estética para lograr esa perfección en sus rostros y en sus cuerpos. Claro que la historia habría cambiado su curso porque, con sus pequeños defectos, levantaron una gran polvareda.
La tecnología seguirá descubriendo secretos del pasado. Al tiempo.
