El espionaje paquistaní, dirigido por Nadim Taj , está puesto en entredicho. Conforme se conocen los detalles de la maraña de informaciones manejadas por Estados Unidos para dar con el paradero de Bin laden crecen las sospechas de que los servicios de inteligencia de Pakistán miraban para otro lado mientras el líder de Al Qaeda residía a las puertas de Islamabad.