TEtl deporte en nuestro país sigue escribiéndose con nombres propios, identidades vinculadas a personajes capaces de ilusionar y de hacer coincidir a las diferentes aficiones en nuestro país. He tenido la suerte de presenciar y vivir muy de cerca el Mundial de Natación de Barcelona. Un mundial que ha servido para seguir colocando en el medallero mundial a países como Estados Unidos, China, Japón, Hungría, Australia, entre otros. Y, jugando en casa, han sido, especialmente, las mujeres de la natación española, del waterpolo y la sincronizada las que han hecho que este país mire con entusiasmo y curiosidad a este deporte que sigue siendo más minoritario de lo que debiera ser.

Nuestras deportistas han batido marcas, y han conseguido elevar el medallero, en relación a otros mundiales y olimpiadas. En un esfuerzo titánico porque el nivel de muchos países está a años luz del nuestro. Hay algo que ha sido muy significado y es el apoyo incondicional del público. Que en cada competición donde participaban representantes españoles ahí estaba jaleando con tal intensidad que casi les llevaba en volandas hacia la meta. Ha sido bonito observar, y esto en el deporte se da, la fuerza de la convicción y la fe en batir récords y propias marcas. Como si con el deporte uno anhelara lo imposible para hacerlo posible. Ha habido emoción y ha habido recompensas, no siempre en forma de medallas, pero sí en batir marcas nacionales y marcas individuales, pues a la deportista esto le es siempre gratificante.

Vaya desde aquí mi enhorabuena para todas nuestras mujeres deportistas que han participado en este campeonato del mundo. Pero permítanme que haga un especial inciso en una de ellas, a la que conozco, Mireia Belmonte , una deportista que ha batido récords y que ha consolidado su estatus en la élite mundial, Ms Belmont, como la llaman. Una nadadora superdotada, capacitada para correr distintas pruebas en el mismo día y casi a intervalos que para el público significaba un esfuerzo titánico. Pero ahí estaba, sonriente, y dispuesta a zambullirse en la piscina, consciente del reto de ser una de las deportistas españolas con medallas olímpicas y medallas en campeonatos mundiales. Ratificando una carrera como deportista de élite. Que cuando se la observa nadar, una tiene la sensación de tener ante sí a un ser excepcional, dotado para la natación. Y con la gran suerte de que es española y representa a nuestro país. Y en estos campeonatos ha sido la gran concitadora de acuerdos y de emociones en un público que ha llenado el Palau Sant Jordi.

Todas las nadadoras españolas hay que reconocer que han tenido una participación excepcional, muy buena, de ahí el número de medallas conseguidas. Y algo importante, han batido sus propios récords y records de España. El deporte que es tan visual y tan mediático, y que, al mismo tiempo, representa para muchos deportistas el espíritu de sacrificio y esfuerzo constituye buena señal de la pasta de la que están hechas muchas de estas grandes nadadoras. De ahí, que cuando una reflexiona en torno a los valores de este país, sin duda alguna, hemos de seguir apostando por el talento, el esfuerzo y el compromiso como así lo están haciendo, como ejemplo, estas deportistas.

XLA GRANx hazaña de Mireia Belmonte sigue siendo revalidar sus medallas olímpicas, conseguidas en Londres 2012, seguir apasionándose por competir, y seguir siendo una mujer humilde y una deportista excepcional que ha adquirido un compromiso con la natación. Ha sido un verdadero placer compartir estos días con ella, su calidad humana y su calidad como deportista. Y, sinceramente, creo que hoy por hoy es la deportista española con mayor proyección internacional, porque ha demostrado sus excepcionalidades cualidades, y representa para sus competidoras, muchas de ellas, records del mundo el respeto de una profesional de la natación, que ha sabido madurar y crecer, y ha antepuesto siempre su carrera como deportista por encima de todo. Y haciéndolo desde el lado de la humildad, y del esfuerzo.

Deportistas como Belmonte son las que convierten al deporte en una verdadera pasión para muchos aficionados y simpatizantes, capaces de abstraerse por un momento del todo lo demás, y dejarse llevar por el esfuerzo y el tesón de seres excepcionales.