Hoy empezamos un nuevo curso escolar, tanto para alumnos como para padres y madres, los docentes ya llevamos tiempo trabajando, aunque nadie nos lo reconozca. Conocemos a nuestros alumnos, sin habernos presentado, nuestras aulas están preparadas para ellos, sin haber llegado, nuestra enseñanza está programada, sin haber empezado y aún así, el trabajo realizado, el conocimiento de expedientes, el aula preparada y las programaciones programadas, valga la redundancia, están hoy actualizadas para recibir a nuestros alumnos, del nivel o enseñanza que sean. Debo exceptuar a nuestros compañeros interinos que por desgracia hasta ayer u hoy ni los conocen, ni saben, ni han podido programar, ni siquiera preparar su aula, por la sencilla razón que la Administración los relega, aún sabiendo su destino a 31 de julio, a no incorporarse hasta anteayer u hoy, dependiendo del caso.

Los docentes no sabemos ni de cifras ni de datos, sabemos de aula, de alumnos, de familias y de condiciones sociolaborales, dependiendo de la situación de cada uno. Ayer se dieron a conocer por parte de nuestra Administración, unos datos y cifras que parecieran la panacea, y siendo sincero, también debo decir que lo cortés no quita lo valiente, y aún reconociendo la sensibilidad por la escuela rural y ciertos servicios educativos, más próximos a la conciliación familiar y laboral de las familias, que la del profesorado y de los objetivos de excelencia de nuestro alumnado, nuestro sistema educativo es deficiente, en cuanto a resultados, gasto por alumno y esfuerzo por parte del profesorado, y de la Administración.

Los últimos datos de la OCDE respecto a la educación y resultados así lo denotan en cuanto a Extremadura se refiere. No somos los últimos pero casi, en todo tipo de estadísticas. De hecho, tenemos casi un 21 % de los llamados «ninis», que ni estudian ni trabajan, por un escaso 10% del País Vasco.

Quizás, debamos más centrarnos en nuestro profesorado y las enseñanzas que en cuestiones varias y me explico. Nuestros docentes de Secundaria darán las horas que den pero un docente de Orientación Educativa no puede dar Música, porque ni puede hacer lo uno ni dar bien lo otro, y del ejemplo doy constancia de ello. Ni el especialista de inglés puede sello y dar conocimiento del medio en segundo y ser tutor de tercero, ni el bilingüe puede darlo todo y además ser tutor y preparar carnavales. Ni dieciocho ni catorce ni 25. Si quieres calidad, busca calidad, que con navajas suizas no se hizo la Sagrada Familia.

Quiero pensar que esta legislatura y nuevo curso que empieza sea, para nuestra consejería, el reconocimiento social, académico, laboral y económico del profesorado, de su formación y de su reflejo en el alumnado, que son los beneficiarios del gasto anterior y no de las «navajas suizas» que somos para el sistema educativo, pero también para el alumnado, poco tardarán los resultados, aunque quizás demasiado para los políticos.

* Maestro