WLwa agresión sufrida por cuatro jóvenes de origen marroquí en Navalmoral de la Mata el pasado domingo a manos de un grupo de jóvenes moralos tiene algunos tintes xenófobos que deberían suponer un toque de atención para todos. Es cierto que la relación entre magrebíes y extremeños no ha supuesto ningún episodio de enfrentamiento ni en Navalmoral ni en ningún otro sitio del Campo Arañuelo, y de hecho Talayuela, donde la población magrebí prácticamente la mitad del censo, es considerada un modelo de convivencia. Pero precisamente por eso lo sucedido el domingo no se puede dejar que traspase los límites del hecho aislado, y si la policía obtiene pruebas de que el sentimiento xenófobo actuó de motor de la agresión, hay que obrar en consecuencia y aplicar la ley. Los protagonistas de estos hechos deben comprender que no se les va a tolerar el más mínimo comportamiento que enturbie una relación que hasta el momento está siendo fructífera para todos.