Ala crisis del 2008 la denominaba hace pocas semanas el historiador Adam Tooze «el mayor gato por libre de la historia en la que millones de personas sufrieron sin motivo», a lo que a mí me gustaría añadir la crisis que provocó un estado social en ruinas producto de un austericidio capaz de ahogar a las partes más débiles de la sociedad y que cuyo fin llevó a la política desacreditada dando alas y pábulo a los populismos de diversa índole.

Fue como consecuencia de esa crisis, por decidir la salida de la manera más cruel e injusta, donde los proyectos colectivos se tambalearon, vimos, por ejemplo, a una Unión Europea como la gran madrastra por practicar lo que entonces algunos decidieron que fuera la única solución y como era evidente, la ciudadanía la sintió como devastadora, además, con ella perdió todo su sentido el motivo por los que los versos de J. Donne «ningún hombre es una isla entera por sí mismo/ cada hombre es una pieza del continente/ una parte del todo» inspiraron al proyecto europeo.

Si esta vez queremos que funcione la política, la sólida, la que crea y mantiene proyectos comunes, más aún en esta pandemia en la que todos sufrimos por igual y donde cobra todo el sentido eso de «la muerte de cualquiera me afecta porque me encuentro unido a la humanidad» que dice el poema indicado, y donde el ejemplo de la ciudadanía en su comportamiento nos marca la pauta, debemos hacer que sea la unidad, la que venga acompañada de cooperación entre regiones, entre naciones si les ampara un proyecto común indicar que sea la única opción posible, de no ser así, no solo perderá la política nuevamente en beneficio de quienes, desde luego, no la necesitan, y perderá la Unión Europea y todos los proyectos que como ella representa; es tan fácil como esa frase de andar por casa: si no se está en las malas de qué valen esas relaciones.

Francia y Alemania, nexos y esencia de la creación de lo que amamos de la verdadera Europa y de su construcción, esta vez quieren que sea otra la pauta, otro modelo para salir de la crisis, de otra manera no se entendería la propuesta de este lunes con la puesta en marcha de un fondo de reconstrucción de 500.000 millones de euros destinado a las regiones y los sectores más golpeados por la covid-19 en Europa, bajo el objetivo de «salir reforzados de la pandemia».

Esta semana también conocíamos que la Junta de Extremadura destinará 4 millones de euros para proyectos de acción humanitaria y cooperación, a través de la Agencia Extremeña de Cooperación, lo hacía bajo el objetivo «de esta crisis se sale cooperando», no puedo estar más de acuerdo, de esta crisis se sale con solidaridad y con cooperación, así y solo así lo haremos, además, reforzados.

*Filóloga y diputada del PSOE.