Por desgracia no es un chiste, es la nueva medida estrella de nuestra moderna educación extremeña: los padres sabrán en tiempo real si sus hijos cometen una falta contra la convivencia en los centros a través de un SMS (y como diría un castizo, pá qué).

Nadie puede negar que la medida puede ser el próximo hit de series tipo Camera Café , desde el empresario en junta directiva diciendo a los compañeros un minuto de silencio por la mascota del colegio sin contar el texto de los mismos: "estimado padre, su hijo ha faltado a la convivencia del centro tres veces y va camino del cuarto extintor", o "querido Papá, el maestro te quería mandar un SMS pero está temporalmente indispuesto" o quizás un sencillo, sincero y espontáneo "Es el quinto SMS que te mando- Antonio". Y que me dicen de las excusas, no tenía batería, yo no leo los mensajes, no tengo cobertura o la típica "no, si su padre ya no vive aquí, se mudó el mes pasado". Además nos arriesgamos a las medallas entre asiduos "a mí me han puesto ya veinte SMS", "eso no es nada, a mí me han puesto uno pero con veinte móviles distintos".

¿De verdad alguien cree que mandar un mensaje mejorará algo? Es un derecho de los padres y una obligación del docente comunicar las faltas graves que cometan sus hijos y de hecho así se hace hasta la fecha. Se suele citar a padres que no asisten y si lo hacen observas con lástima que el padre lo justifica o le quita importancia o le echa la culpa al propio docente o es que le tienen manía etcétera, y en el mejor de los casos escuchas un "si es que ya no sé qué hacer" o "y qué hago yo", a lo que te gustaría contestar "pues no sé, señora, pero el niño no es mío". Recuerdo que en una web muy educativa que representa a una parte de la comunidad educativa (o eso dicen), se instaba a los padres a que a través de ellos, si su hijo era expulsado, se pusiesen inmediatamente en contacto con dichos responsables para reclamar, pues la nueva normativa dejaba poco margen de maniobra, no parecía importarles el motivo o el acto cometido, envíeles un mensajito a ver lo que hacen con él.

Sólo devolviendo al claustro y a los equipos docentes la autoridad y autonomía perdida con la LOGSE se conseguirá mejorar el clima de convivencia dentro del centro y dotando con el grado de autoridad al docente durante el ejercicio de su funciones podremos educar y mejorar la convivencia dentro del aula, evidentemente reforzada desde casa y en colaboración, o mejor dicho buena colaboración , entre padres y profesores. No hay más secretos.

Esto último parece sacado de algún juego de mesa de las Bratz con móvil incluido y slogan ¡te lo juro por Snoopy! (por cierto, quien no tenga móvil ¿lo recibirá por MRW o mensajes telepáticos -?).