Así cantaba Fernando Esteso por los 70. El asunto es que está de moda esto de volver a las clases diferenciadas por sexos, quizás por el éxito anglosajón.

Varias comunidades, entre ellas Castilla-La Mancha, Andalucía, Cataluña, Asturias, Baleares, Cantabria y Galicia, anunciaron en su día retirar los conciertos educativos a aquellos centros concertados (en los públicos es inviable) que tengan la osadía de separar a los alumnos por sexo, Cantabria ya lo ha llevado a efecto.

No estoy diciendo, ni en absoluto estoy de acuerdo, con la idea de crear centros con alumnos del mismo sexo, pero tal y como establece la LOE, la educación debe ser individualiza y querer establecer metodologías y currículum parejo a alumnos, chicos y chicas, obviando la edad madurativa de los mismos desaprovechando virtudes de unos y de otros en aras de un término políticamente correcto es un error. El término "igualdad" está demasiado manipulado por parte de ciertos sectores que imaginan ataques a su doctrina de fe y supervivencia personal y/o institucional. La verdadera igualdad radica en que ésta no sea noticia y que las personas sean consideradas por aspectos ajenos a su sexo y no al revés.

La educación debe ser mixta y nuestros alumnos aprender a convivir como personas y con personas de todo tipo, no solo con el sexo contrario, pero con alternativas de espacios, sin prejuicios ni estereotipos, con un currículo flexible que permita sacar el máximo de cada alumno y cada alumna, sin distinción de sexo pero atendiendo a las necesidades personales de cada uno, por capacidades, y si hay un mayor número de alumnas que de alumnos o viceversa no pasa absolutamente nada, ahí está la igualdad, no tener prejuicios o hacer diferenciación por razones de sexos.

Es necesaria una verdadera remodelación de nuestro sistema educativo que vaya más allá de citar con buenas palabras en una Ley "atención individualizada" o "educación inclusiva" con carácter meramente testimonial para luego igualar por abajo para que las estadísticas me sean favorables.

Para poder desarrollar en los centros una verdadera política de igualdad y desarrollar las capacidades individuales de cada alumno primero se necesita una plantilla amplia para que el docente pueda hacer efectiva dicha educación con no más de 14-15 alumnos como máximo, y no necesariamente, aunque deseable, en espacios distintos, ya que podemos tener espacios con más de un docente a la vez, que interactúen dentro de él.

Sobre los centros diferenciados un simple comentario de Thomas Hobbes "De la igualdad de habilidades surge la igualdad de esperanzas en el logro de nuestros fines".