Cuando propusieron la declaración de Reserva de la Biosfera de La Siberia se hablaba de cuidar nuestro entorno y de conservar el patrimonio, pero se ha certificado en aquellas zonas que «gozan» de este título una inexistente mejoría en la calidad de vida de las personas. Y es que, a pesar de informes favorables, frases grandilocuentes y alegaciones barrocas que decoran esta distinción, lo cierto es que no es oro todo lo que reluce.

Llegó a decir el poeta y político británico Thomas Macaulay, que «el mejor gobierno es el que desea hacer feliz al pueblo y sabe cómo lograrlo». Con el informe favorable recientemente emitido por el Consejo Científico del Comité Español del Programa MaB, sobre la propuesta a Reserva de la Biosfera, se demuestra que el que tenemos es incapaz de proporcionar garantías de desarrollo y crecimiento y, por ende, esa felicidad que Macaulay llegó a hacer referencia en sus reflexiones políticas.

Un claro ejemplo de cómo puede llegar a repercutir ser Reserva de la Biosfera en La Siberia lo vemos en la localidad cabraliega de Sotres, en los Picos de Europa. La ganadería, el modo de vida predominante de esta zona, ha ido sustituyéndose poco a poco por el turismo. Las administraciones vendieron la distinción como un revulsivo para la zona, pero en realidad, más que beneficios, ha generado problemas. Y es que los que labran la tierra cada día solo han visto burocracia y excesiva conciencia ecológica que prevalece por encima de todo, y lo que es peor: de todos.

El empecinamiento de los gobiernos en otorgar a La Siberia esta «estrella michelin» del mundo rural, nos va a costar caro, porque en lugar de hacer brillar a la zona, la oscurece con restricciones, sobreprotección y burocracia. Los habitantes del mundo rural, y ya en concreto, los que formamos el sector económico mayoritario de la comunidad extremeña, el primario, estamos hartos de distinciones que solo traen problemas y quebraderos de cabeza.

Si hablamos de Red Natura, observamos que el 30% de Extremadura está incluido en territorio protegido por esta titulación ambiental, de la mano de los Lugares de Importancia Comunitaria o de la Zona Especial de Protección de Aves (ZEPA). De hecho, más de una veintena de municipios extremeños tienen casi el cien por cien de su territorio bajo la protección de la Red Natura. Por ejemplo, en Guijo de Santa Bárbara, municipio cacereño que tiene al completo la Red Natura en su territorio, llegó a confesar su regidora que «las restricciones que trae consigo esta distinción afectan a la agricultura».

Es vergonzoso que esta candidatura continúe adelante, a pesar de las numerosas voces que se han alzado para su retirada. No es de extrañar, por otra parte, ya que en ningún momento se ha llegado a contar con agentes de la comarca. Con esto se falta a uno de los requisitos que necesariamente debe cumplirse para convertir a una zona en Reserva de la Biosfera, según se desprende de la página web de La Reserva de la Biosfera Transfronteriza Meseta Ibérica ‘www.biosfera-mesetaiberica.com’. En concreto el portal indica que los espacios naturales tendente a ser Reserva de la Biosfera «deben contar previamente con un plan de actuación donde participen los agentes sociales».

Resulta lamentable que la candidatura siga su curso, a pesar de que el desconocimiento sobre esta figura de protección es grande, pues las personas consultadas no conocen los beneficios ni los perjuicios que puede comportar. Nuestra persistencia para frenar esta ocurrencia administrativa sigue siendo total, y haremos lo que haga falta para que la labor de los agricultores y ganaderos de La Siberia no se vea afectada.

Es por ello que ya están en marcha las alegaciones que Apag Extremadura Asaja presentará para que este proyecto no vea la luz, por lo que invitamos a todos los que se vayan a ver afectados a que se pongan en contacto con esta organización para que sus peticiones y quejas sean recogidas en este documento que será remitido antes del 27 de agosto. Si sumamos fuerzas tendremos muchas posibilidades para frenar este despropósito medioambiental.

*Presidente de Apag Extremadura Asaja.