WNwi la Fiscalía ni la Abogacía del Estado han hallado pruebas consistentes de la vinculación entre el Partido Comunista de las Tierras Vascas (EHAK, en sus siglas en euskera) y la ilegalizada Batasuna. En estas circunstancias, el Gobierno, lógicamente, no impugnará esta candidatura cara a la elección del domingo.

El Partido Popular es partidario de actuar contra esta formación aunque sea sólo a partir de las sospechas. Eso jurídicamente no se sostiene. Bastante discutible es ya, por sí sola, la ley de partidos, y bastante poco convincentes son las pruebas aportadas para apartar de las urnas a Aukera Guztiak, como para forzar aún más las cosas. Porque luego las instancias jurídicas internacionales, si fallasen a favor de EHAK, provocarían el escándalo de tener que repetir la votación.

Será interesante ver lo que dicen los votantes en esta situación en que, aunque sea de forma indirecta, pueden elegir entre todas las opciones del abanico vasco. Estas elecciones, que no olvidemos que podrían alumbrar el Parlamento de Euskadi que viva el momento histórico del final de la violencia de ETA, merecen celebrarse con la presencia de todos. Para que si luego la Cámara puede acercarnos a la paz nadie pueda desautorizarla desde fuera.