Trump probablemente sabrá poco de Colau y con toda seguridad la sensible alcaldesa no guardará ninguna simpatía por el millonario, pero a esta impertinente no se le antojan tan lejanos el uno del otro, cuando el americano afirma que aceptará el resultado de las elecciones… si gana él y la catalana sostiene que le da igual lo que diga el Constitucional porque ella a los toritos bravos es que los quiere muchísimo. Ambos se amparan en su real saber y entender y en su santísima voluntad para no acatar el mandato democrático, en un caso directamente dictado por el pueblo en las urnas y en otro sostenido por un órgano de Justicia de un estado de Derecho garante de todas las libertades que se dicen defender. No se alcanza a comprender cómo pretenden ambos políticos mantener una legitimidad que el sistema les concede si actúan de modo ilegítimo contra él, protegidos por sus leyes y encaramados ambos al cargo que ocupan en virtud de aquello a lo que tan encantados se disponen a escupir.

Otro personaje que hasta ahora había aparecido camuflado y de un tiempo a esta parte se ha arrancado la careta es Iglesias, al que curiosamente Rajoy encuentra muy agradable. Despertado de su sueño primigenio de estar en el gobierno, el de Podemos ha manifestado claramente que, si no puede gobernar, entonces el Parlamento no le interesa, porque, hablando en roman paladino, allí con sus numerosos pero insuficientes diputados su voluntad no es ley. Así que a la calle, compañeros. A la lucha, los escraches, la huelga, los griteríos y a reventar lo que no mola libertariamente. Que lo de agredir verbalmente -y algo más- en la Uni a los que previamente se ha señalado como oligarcas y asesinos, no es salvajada sino praxis de la buena. Aunque se haga con la cara cubierta y a empujones. Que eso es solo salud democrática. Si le tuviera delante le preguntaría cómo le ha entrado ahora ese paroxismo ante la amenaza inminente de un gobierno popular cuando tuvo en su mano evitarlo y no quiso. Absteniéndose democráticamente y no arreando demagogia. Como suele.