THthay expresiones como "quien paga manda", "nada es verdad o mentira...", "tanto tienes, tanto vales..." que por su resultado y sentir popular suelen ser verdades inquebrantables. Pero pueden y deben a veces ponerse en duda, si se les busca un sentido filosófico, moral (ojo, no moralista trasnochado) y de obligaciones humana. Ejemplos: quien paga no debe hacerlo para que se cometa una ilegalidad; obviamente hay verdades y mentiras objetivas; el poder económico pude dar valor (importancia) a éste o aquél, pero nada puede añadir, per ser, a su coeficiente mental o su valía profesional.

Hay otras que reflejan fijaciones enfermizas. Por ejemplo: "Váyase señor...", "puedo prometer y prometo", "España va bien"... Y está la sublime traición del subconsciente con la que estoy frontalmente en desacuerdo: "En política vale casi todo y más si se está en la oposición". Al argumento silogístico le falla la proposición mayor. Ni en política, ni en toda actividad humana vale casi todo. Están los límites de la ética, la moral, el respeto, las obligaciones y los derechos humanos. Es una manera de regenerar el deterioro a que algunos quieren someter a los políticos, cuando no son ni más ni menos que hijos de la sociedad que construimos entre todos. Nada más y nada menos.

*Periodista