Profesor

A las veinte horas ya habían llegado los bocadillos y las bebidas a la sede local del PSOE. Varios ordenadores colocados sobre sus respectivas mesas, una televisión sin mando a distancia y con mala antena. No hay transistores. Tres despachos permanecen cerrados al gran público. Es allí donde se reciben datos de interventores, se hacen números y se dan consignas.

Los sondeos de RTVE son bien recibidos. Mayoría absoluta en la Asamblea, empate en Badajoz y Mérida y pierde la mayoría absoluta el PP en Cáceres. Y si eso lo dice la uno , apostilla alguno. Mientras se está a la espera de las cincuenta primeras papeletas que han sido enviadas a Madrid y desde allí trasladarán los resultados vía ordenador. Son mesas significativas y darán una previsión más creíble. A las veintiuna se reciben los datos del Vivero, que son recibidos con olés.

Se corre el rumor de que en algunas mesas se ha detectado la presencia de papeletas del PP que pueden ser nulas por su distinto color y tamaño. Se avisa a los interventores para que no las admitan o las impugnen, pero todo queda oculto por los resultados de Aldea Moret. En las Minas, ¡qué paliza los hemos dado! . Y en el Espiri han ganado en las dos mesas. Aparecen los primeros datos sobre Navalmoral y surgen sonrisitas irónicas. Pregunto con maldad, ¿es una buena o una mala noticia? Según se mire, aunque al parecer todos lo suponían. Ha sido un voto de castigo. Claro que las sonrisas desaparecen con los resultados del R-66 y El Arco. Son de ellos .

Pasadas las veintiuna treinta aparecen los datos de Interior. Están escritos en el cuaderno de Carmen Heras con caracteres grandes. 31%, 12 y 11. El doce en un círculo. Esos resultados se mantienen hasta las veintidós treinta y cinco en que Población baja del 5,8 al 5,7. Eso al parecer es un mal dato, pues de no llegar al 5% perdería el concejal y lo ganaría el PP. Y aún estamos en el escrutinio del 80%. La cosa comienza a pintar mal. En efecto, con el 88% escrutado, se desploma Población hasta el 4,8 y el PP alcanza el fatídico número trece. Aparece un técnico que intenta revivir los ánimos. En realidad le falta un 0,03% y como falta por votar el 12% quiere decir que si logra ciento y pocos votos vuelve a tener concejal. . Pero las mesas que faltan por escrutar no anuncian nada bueno porque son entre otras las de avenida de la Montaña, Primo de Rivera y quizá La Madrila.

La gente se arremolina ante los ordenadores para interesarse por los resultados de sus pueblos, o de sus cónyuges, o por morbo. En Aldeacentenera el PP obtiene tres votos. Ni siquiera se han votado a sí mismos los que van en la lista. En Tornavacas el resultado es apasionante: Tres el PP, tres el PSOE y tres los independientes. Aparece el 90,55 escrutado y surgen lamentos: Madre mía, no lo puedo entender. Con lo que hemos trabajado . Sentencia el fatalismo: Cáceres es Cáceres . O sea, otros cuatro años de mayoría absoluta , aunque quizás sea preferible a tener que pactar con Población. Es el momento de los teóricos. ¿Y si algunos de nosotros hubiéramos votado a Población? Porque según el técnico a Población le han faltado la mierda de 82 votos para obtener concejal y quitárselo al PP. ¿Y si por hacer experimentos hubiéramos perdido un concejal? Se ven caritas que dan lástima. El caso es que hemos sacado cinco mil votos más que en el 99 y ellos sólo trescientos más y tienen la mayoría absoluta . No sirve de consuelo.

El lector habrá deducido que en realidad quienes han ganado han sido aquellos que se comieron el jamón de Población y han votado a Saponi.