TEts muy difícil hablar de la noche de hoy, la más luminosa de todas las noches del año, sin repetir lo que antes han dicho de ella muchos autores. Pero quiero recordar que mientras nos reunimos para cantar villancicos en torno a viandas exquisitas, en muchos países del mundo siguen enquistados conflictos armados. Me refiero a Somalia, Siria, Sudán, Afganistán, Irak, Líbano, Cachemira, Palestina, Mali, Congo... a cualquiera de los 22 países que se encuentran ahora mismo en guerra abierta en el planeta. El infierno está mucho más cerca de lo que creemos y simplemente cerramos los ojos ante esta realidad contundente. Pero no tenemos que irnos lejos para tocar la tragedia. Aunque el hambre se ha reducido en los últimos años en el mundo --pues 'solo' hay 842 millones de hambrientos oficiales-- la percepción de los españoles es que el hambre se ha incrementado. Un 80% de los ciudadanos lo cree así. Y es que 300.000 familias con niños en España pasa hambre. Los Bancos de Alimentos trabajan a destajo por culpa de la crisis. No quiero aguar el trabajo de quienes se han dejado la piel en la cocina para la cena de hoy, pero también es cierto que se desperdicia mucha comida en estos atracones por decreto que nada tienen que ver con el espíritu cristiano que inspira estas fiestas. Y quiero recordar a quienes ya no se sientan con nosotros en la mesa de la paz. Familiares y amigos, incluso algunos de ellos muy pesados, a los que hoy se les evoca con cariño. Yo estaré hoy lejos de Extremadura, pero les aseguro que también tendré muy cerca a todos en el corazón. Refrán: Navidad en martes, fiestas por todas las partes.