Soy presidente de la Federación de Peñas de la provincia de Cáceres, aglutinando a 16 peñas de las 19 existentes. Han pasado más de 3 meses de la publicación del suplemento sobre el flamenco en Extremadura, tiempo suficiente para la reflexión serena y quisiera apostillarle lo siguiente.

En el citado suplemento se destaca como único referente del flamenco en la provincia de Cáceres al autodenominado presidente de una inexistente peña, por lo que quisiera informarle, que aquí en nuestra provincia también estamos organizados; aquí también disponemos de una diputación con su diputada de Cultura, que se preocupa por el flamenco e invierte en él y ustedes la silenciaron. Aquí al Norte, también existe una Federación Provincial de Peñas Flamencas de la Provincia de Cáceres, y sus peñas trabajan por y para el flamenco sin descanso, y se realizan actividades de tan máxima importancia y calidad que en el resto de la región.

Y hablando de la entrevista, es vergonzoso cómo el reportero silencia la pregunta del millón: "¿De donde ha sacado esa Peña tantos millones para la adquisición del material que acumula en un hotel de incunables y valiosos objetos antiguos, según sus declaraciones?".

Se llevan años haciendo actividades flamencas en Extremadura, pero casi todas mirándose el ombligo, es decir, haciendo cosas para nuestro propio disfrute y ego, y nada por la marca flamenca extremeña , salvo honrosas excepciones como es la de Francisco Zambrano Vázquez. Para su información, le diré que si la Extremadura Flamenca ha estado en la Bienal de Sevilla (institucionalmente), ha sido gracias a las negociaciones e ideas iniciadas por esta Federación de Peñas Flamencas de la Provincia de Cáceres, dato que todo el mundo calla, especialmente la Consejería de Cultura.

Nosotros también hemos batallado para que el flamenco fuera reconocido Patrimonio de la Humanidad. Solamente recibimos 15.000 euros de la Diputación de Cáceres y llega a más de 5.000 almas flamencas cacereñas, y solo el festival del que se hace referencia en su suplemento, ronda el presupuesto de 45.000 euros y llega a tan solo a escasos 400 aficionados. Observe cual la verdadera inversión del trabajo y esfuerzo colectivo y no el destello del celofán con el que se envuelven algunas actuaciones puntuales.

Rafael Jiménez Morales **

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