Alain Touraine, sociólogo francés muy seguido cuando habla de Suramérica, escribe en El País sobre el cambio de presidencia en Argentina. Después de sentir "un inmenso alivio al saber que Menem retiró su candidatura", aborda la figura del nuevo presidente, Néstor Kirchner, con optimismo: "De pronto, la coyuntura está cambiando en el continente. Chile está estabilizado y manifiesta su intención de acercarse a Mercosur; Brasil ha iniciado su gran intento de combinar la democracia con un gran programa de reformas. En cuanto Argentina escape al caos y a las rupturas, el Cono Sur podrá convertirse en una región unida, capaz de tomar iniciativas y de hacer salir al conjunto del continente de su insignificancia actual".

Para apoyar el cambio, Touraine insiste: "Si se está convencido de que Argentina ha estado muy cerca de una catástrofe política, hay que dar la mayor importancia a la retirada del expresidente Menem. La historia permite a Argentina revivir aunque sea demasiado fácil subrayar las inmensas dificultades que se oponen a su renacimiento". En El Mundo hay más escepticismo porque Kirchner quiere reducir el Ejército jubilando al 50% de los generales: "También lo intentó Raúl Alfonsín hace 20 años y fracasó". Y le recuerdan que "el gran reto que le espera es la crisis pavorosa de la economía, que ha sumido a la cuarta parte de argentinos en la pobreza". Pero le legitiman: "Jura el cargo sin haber ganado las elecciones, ya que Menem fue el más votado en la primera vuelta. Kirchner habría ganado la segunda de manera apabullante".