El caso de espionaje político con epicentro en la compañía de detectives Método 3 pareció haber iniciado el declive desde el punto de vista judicial cuando, a mediados de junio, la que hasta entonces se había presentado como víctima principal, Alicia Sánchez-Camacho , desistió sorprendentemente de su demanda tras un acuerdo con la agencia, que se comprometió a pagarle 80.000 euros. Lo pareció, pero el sumario siguió su curso y en la investigación ha aflorado otro protagonista: José Zaragoza , exsecretario de Organización del PSC, que en el 2010 ordenó que se espiase a Xavier García Albiol para ver si residía o no en Badalona, a cuya alcaldía aspiraba. Una revelación que merma aún más el ya deteriorado prestigio de los partidos.

Sorprende que el encargo de Zaragoza fuera sobre un hecho completamente legal, porque, como bien sabe el PSC, los alcaldes y los concejales no están obligados a residir en el municipio en el que tienen el cargo. Lo que avala la sospecha de que la relación entre la agencia de detectives y el tantos años hombre fuerte del PSC no fue episódica ni sobre asuntos baladís. La nota positiva de este nuevo frente del caso Método 3 es la rapidez de la respuesta del afectado, porque Zaragoza dimitió ayer mismo como vocal de la ejecutiva del PSOE, horas después de que Rubalcaba considerase "repugnante" lo sucedido.