Lo han hecho. Creíamos que no serían capaces. Pensábamos que con todas las cacicadas que habían cometido en la ESO no podrían ir más allá; no les ha valido con tomar por conejillos de Indias a toda una generación de adolescentes, aplicándoles la inyección de sus experimentos y sus creencias, ni dejarnos la impresión de que son en su mayoría unos SISIVONIS (seres inservibles sin vocación ni inquietudes)... A pesar del último informe de la OCDE, que refleja una vez más el absoluto despropósito y desastre educativo en el que estamos inmersos (estamos en puestos de descenso, por delante sólo de Portugal), los señores de la gobernación educativa han querido cargarse también el único reducto virgen que quedaba al final del recorta, pega y colorea (ESO): el Bachillerato. Para que nos entendamos: el modelo educativo actual, del cual nuestros dirigentes se sienten plenamente orgullosos, es un modelo que ya fracasó en otros países antes de instaurarse en España y aquí no iba a ser una excepción, que obvia la holganza y la zanganería, que por ende no premia ni reconoce el esfuerzo ni el trabajo, cosa que por otro lado ocurre en muchos aspectos de la vida, que mantiene a los que no tienen otra cosa que hacer fastidiando a los alumnos que de verdad quieren trabajar en un sistema hasta los 16 años (aunque todos sabemos que si se quiere hasta los 18... ¡Jesús!), que le cambia la catalogación al docente cada día: profesor, padre, madre, colega, amigo, instructor, poli de guardería, portero de discoteca (léase puerta del centro) y persona que dirige el estudio de los alumnos , que nos impone la diversificación curricular como la panacea a todos los problemas de aprendizaje cuando todos sabemos que la realidad es muy distinta y que, en definitiva, y esto es lo más peligroso, ha hecho creer a la sociedad que todos sus hijos pueden y deben ser ingenieros, profesores, médicos, arquitectos, etcétera... dejando de lado profesiones tan respetables como la de fontanero o electricista por poner un ejemplo, a las que se les podría dar un impulso con una remodelación de la FP, que por desgracia se sigue vendiendo como el paraíso de los fracasados.

XPUES BIENx, con toda esta amalgama de necedades e incongruencias educativas, todavía había quienes en los centros se mataban por tener un Bachillerato, puesto que consideraban que al menos era un trasiego hacia la educación universitaria o la vida activa e intentaban hacer madurar tanto psicológica como intelectualmente a los alumnos, ya que no se imponía el criterio del aprobado por la cara al no ser enseñanza obligatoria... Pues no, señores, una vueltita de tuerca más con la publicación de la propuesta del Real Decreto de Bachillerato que desarrolla la LOE, y que entrará en vigor en el curso 2008/09, donde se podrá pasar aunque se suspenda medio curso (Lengua Castellana y Literatura, Historia, Inglés y Filosofía, por ejemplo). Así, como dice el ínclito señor Tiana , "se podrán consolidar asignaturas aprobadas y seguir avanzando" (claro, porque un estudiante de Bachillerato que repite curso con 5 suspensos se para y no avanza... como decía Siniestro Total: "tranqui, colega la sociedad es la culpable...") y apostilla la ministra de Educación , "es un tránsito hacia la universidad que se plantea en busca de la flexibilidad" (en lo de la flexibilidad por lo menos no miente, pero lo del tránsito a la universidad suena a rollo macabeo de politiquillo barato ).

Así pues, yo les digo a los dirigentes de la Educación que levanten el culo de su mesa y se vayan de una vez a los centros educativos a conocer de primera mano lo que opinan los docentes de su sistema educativo y ya de paso los escuchen, que dejen de reunirse consigo mismos y con los cuatro psicopedagogos que no han entrado nunca en una clase ni por asomo y que si necesitan hacerse la foto y pasar a la historia por decir o hacer algo célebre que se metan en una clase y sean profesores por un día en primero de Bachillerato... perdón, me he equivocado, en 5.º de la ESO .

*Profesor