WHw ace apenas 20 años, en España existían casi 90 cajas de ahorros. Se produjo después un proceso de concentración durante cuatro años que redujo su número a 45. En estos momentos, tras las reformas de los últimos tres años, la cifra ha quedado en 15. Y no faltan quienes apuestan a que a medio plazo no quedarán más de dos o tres grupos.

Si los acontecimientos van en esa dirección, es evidente que desaparecerá la territorialidad de estas entidades, que pasarán por algo parecido a lo vivido hace unos años por la banca. Bilbao, Vizcaya, Santander o Sabadell no son los únicos ámbitos de actuación de los bancos en cuyas denominaciones comerciales continúan figurando las ciudades o provincias donde iniciaron su actividad.

En esa línea, el FROB va a propiciar nuevas concentraciones de las entidades donde tiene participación con cajas--bancos complementarios, lo que apunta a entidades de otras autonomías. A la vista del panorama, puede que el empeño por propiciar fusiones dentro de cada comunidad haya resultado contraproducente en algunos casos, aunque hay situaciones, como en Extremadura, donde sus dos grandes entidades de ahorro entendieron desde el principio que ir juntas no les beneficiaba y optaron por buscar socios distintos.

El Banco de España y el FROB han guiado el proceso de recapitalización de las cajas que no alcanzaban los mínimos de capital fijados por el Gobierno en febrero y que no podían hacerlo por sus medios. Tras la aportación de dinero público, el Estado será titular de un porcentaje importante de las acciones de Catalunyabank, Unnim, Novacaixagalicia y la Caja de Ahorros del Mediterráneo. Esa nacionalización no obedece a que el FROB haya invertido sumas desorbitadas o a que las entidades estuvieran en tan mala situación (salvo la CAM), lo cual ha levantado voces criticas en algunos sectores. Liberbank, entidad en la que se integra Caja Extremadura junto a Caja Cantabria y CajAstur, ha logrado una ampliación del plazo para lograr los niveles mínimos de recapitalización que exige la autoridad monetaria, que el presidente de la extremeña, Víctor Bravo, da por seguro que alcanzará antes de finales de octubre.

Tal como están los mercados, el Banco de España ha hecho una valoración conservadora de los activos de algunas de las sociedades que ahora asume, como ya hicieron los inversores particulares con Bankia en su salida a bolsa. Por eso, desde determinados sectores económicos se señala que la autoridad monetaria se cubre ante posibles deterioros no explícitos de los activos de esas entidades con escasa solvencia. El problema es ahora qué ocurrirá con la obra social de esas cajas, dada, en algunos casos, la escasa participación de estas en sus propios bancos.