Bruselas ha entrado también en los permisos de conducir de los europeos. España compartirá con el resto de países de la Unión Europea un único carnet de conducir y, en cumplimiento de la misma directiva que marca esta unificación, los conductores se someten desde el lunes a un nuevo examen teórico y práctico. La prueba ciudadana confirmó, a tenor de las declaraciones de los examinados, la buena acogida que las asociaciones de automovilistas y de clubs de automóviles ya habían deparado a los cambios. Uno de ellos, el de la llamada "conducción autónoma" deja en manos del aspirante las decisiones a tomar durante 10 minutos del examen, poniendo verdaderamente a prueba sus reflejos ante situaciones reales. Esta verificación de la capacitación de los conductores se muestra en mejor sintonía con la vida actual que la anterior, y no solo en ese apartado. Antes de iniciar el test práctico, se debe demostrar cierto conocimiento de la máquina. En los teóricos también queda para la historia la memorización de las preguntas y se introduce la digitalización. En suma, se trata de enriquecer la formación de los nuevos conductores y de que la conducción sea parte también de la integración de la Unión Europea. Con ello, se facilita la movilidad en el continente. Queda a discreción española la posibilidad de imitar iniciativas de países vecinos, como Francia, que incluyen la conducción en la educación escolar, entrenando a los jóvenes en la responsabilidad vial.