TEtl ministro José Manuel García-Margallo ha advertido que España podría salir de la alianza antiyihadista --66 países-- si Pedro Sánchez gobierna con Pablo Iglesias . Hasta el momento, la única razón para tal advertencia es la misma que la del ministro Jorge Fernández Díaz para mostrar su inquietud por que el diputado Iñigo Errejón pudiera ser ministro de Defensa. Es decir, Podemos.

Y parece razonable, desde luego. Parte del Gobierno que podría formar Sánchez --la parte Podemos-- rechazó el pacto contra el yihadismo firmado por el presidente Mariano Rajoy y por el propio Sánchez, y suscrito luego por la mayoría de partidos, por lo que el ministro Margallo ha hecho bien en recordarlo, que en eso ha consistido la advertencia: en recordar que Podemos, no. Menos razonable es la inquietud del ministro Fernández Díaz, dicho sea de paso, ya que tan inquietante es un ministro del Interior cuyo partido rechaza el pacto antiyihadista como un ministro del Interior --el propio Fernández Díaz-- que asegura tener un ángel de la guarda (sic) llamado Marcelo (sic) que le ayuda a aparcar (sic).

El caso es que el ministro Margallo no incluye en su advertencia sobre Podemos a otros grupos que también rechazan el pacto, lo que obliga a pensar que, más que por Podemos, España no podría seguir en la alianza antiyihadista sin el Partido Popular. Aunque sorprenda, el ministro Margallo es el jefe de la diplomacia española y, solo o con ayuda, ha logrado que la circunstancia de que España pudiera salir del pacto --vale decir voluntariamente, como exigencia de Podemos-- se convierta en la circunstancia de que España pueda no seguir perteneciendo a él. No es que haya advertido a los demás países sobre la posibilidad de que España quiera salir de la alianza si Sánchez opta por Iglesias, sino que ha advertido sobre la posibilidad de que, en ese caso, los demás países quieran que España salga de la alianza.

Lástima que el ministro haya justificado la advertencia diciendo que estaba "obligado". Debe de ser la primera vez que un diplomático no solo está obligado sino que además lo dice. Pero es la diplomacia Margallo.