Ahora se sabe que el acto que reunió junto al pantano del Guadiloba a la delegada del Gobierno, a la alcaldesa de Cáceres, al presidente de la Confederación del Tajo..., el pasado 12 de diciembre, justo hace un año, no fue, como se anunció, para asistir al banderazo de salida de las obras de abastecimiento de agua a la capital cacereña, que unirían el pantano citado con el de Portaje. No fue un acto de inauguración, ni una ´primera piedra´, sino una ceremonia de propaganda a poco más de tres meses de las elecciones generales. Y es que aquellas obras anunciadas entonces no han empezado hasta ahora, y los operarios a los que se les vio, y se les fotografió, moviendo grandes tubos y dando a entender que pronto estarían en el interior de una zanja, tuvieron que apilarlos a la espera de que se solucionasen problemas administrativos y expropiaciones de terrenos que entonces no estaban resueltos.

No es la única operación de maquillaje en nuestra comunidad, porque ¿cuánto tiempo han estado paradas la obra del AVE en los alrededores de Montijo, aquéllas a las que iba a venir Zapatero para poner ´la primera traviesa´? A la vista de esto, no es extraño que los responsables políticos se quejen de que los ciudadanos desconfían de ellos. ¿Acaso cabe otra cosa con este tipo de ´actuaciones´? En aquel 12 de diciembre del 2007, además de a ´la primera piedra´, del ´nuevo abastecimiento de agua a Cáceres´, los periodistas asistieron a la promesa de que la obra acabaría en 18 meses. También era falsa. Un años después, vuelven a dar el mismo plazo. ¿Será la última vez?