Los números, por sí mismos, no dicen nada. Es la memoria la que otorga sentido a la cosas. La memoria y la voluntad de recordar aquello que --hablando de víctimas del terrorismo-- jamás debió ser olvidada. Por eso resultó tan emocionante el acto de homenaje a las víctimas del terrorismo celebrado el domingo en Vitoria a iniciativa del lendakari Patxi López . En los últimos cincuenta años, 828 personas han sido asesinadas --la mayoría de ellas por la organización terrorista ETA--. Se dice pronto. Asesinatos en nombre de la política, "matar a uno para aterrorizar a mil".

Años y años de asesinatos, de cuerpos mutilados y de familias destrozadas que se justificaban en nombre de una futura patria vasca. Años en los que los etarras mataban y sus turiferarios y demás compañeros de viaje escarnecían a los familiares de las víctimas. Años en los que desde la dirección del PNV (con las excepciones del lendakari José Antonio Ardanza y del exconsejero Atutxa ) miraban hacia otra parte. Años en los que, ante tantos crímenes, el clero vasco optó por un silencio vergonzoso, dejando huérfano de consuelo a los católicos no partidarios del nacionalismo y la independencia de aquel territorio norteño. Al crimen, se unía el oprobio. "Algo habrá hecho", se decía en tiempos no tan lejanos cuando un guardia civil, un policía, un militar, un político del PSOE o del PP, un empresario, un juez, un periodista o cualquier otro paisano caía asesinado a manos de los pistoleros de la ETA. Y después del asesinato, tantas veces, el silencio. El silencio de los corderos y el silencio de los miserables a quienes les parecía bien recurrir al crimen para allegar objetivos políticos.

Lo que vimos en Vitoria es trascendente. Los familiares de las víctimas ya no están solos. También queda a salvo su memoria. Era un acto de justicia, pero ha tardado porque hay tiempos en los que hay que recordar hasta lo que es evidente. Tengo para mí que aunque sólo fuera por este acto, Patxi López y su socio político, el popular Antonio Basagoiti , ya han justificado toda una legislatura al frente del Gobierno vasco.