Trabajar más y ganar menos. Esa es la receta económica que dio Gerardo Díaz Ferrán, presidente de la patronal CEOE, ante los periodistas al finalizar unas jornadas de jóvenes empresarios. Tengo la esperanza de que esta asociación de jóvenes empresarios no sea cuna de la adoración del dinero y la falta de corazón que demuestra el señor Díaz Ferrán. Con sus palabras, este dirigente empresarial ofende a la mayoría de la sociedad. Díaz Ferrán no puede pedir a los trabajadores --aunque dijera "y desgraciadamente" entre "trabajar más" y "ganar menos"-- que hagan eso para salir de la crisis, porque ellos no son los responsables de la grave situación que padecemos. No. Al contrario, son las personas como Díaz Ferrán las causantes de la crisis, aunque estas declaraciones solo son un grano de arena entre la montaña de culpables de lo que sucede; afortunadamente, él no es tan importante. Espero que Díaz Ferrán no haya enseñado a esos jóvenes empresarios a que cierren el negocio cuando dejen de ganar mucho dinero y a que se laven las manos y que no se preocupen demasiado por los trabajadores, cuya consecuente pérdida de empleo, "desgraciadamente", será debida a la mala suerte, nunca a la mala gestión del empresario.

El todavía presidente de la CEOE debería hacer un acto de contrición y dejar latir a su corazón con la fuerza de la comprensión y no con la de los números. En esta vida, todo el mundo tiene la oportunidad de cambiar de conducta y de readaptarse a la situación, y Díaz Ferrán no es una excepción. Un hombre que ocupa un cargo relevante debe abstenerse de herir la susceptibilidad de los demás con actitudes poco éticas. Si solo tiene el punto de vista vinculado al dinero, es que no está abierto a la realidad humana.

Pedro Marín **

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