Este sábado, 28 de septiembre, se va a celebrar un encuentro de escritores por Ciudad Juárez en numerosas ciudades de varios países, entre ellas Cáceres. Estos actos solidarios a favor de la reconciliación en una ciudad devastada por lo que llaman "guerra contra el narcotráfico" me invita a reflexionar sobre la función práctica de la literatura. ¿En qué puede ayudar en eventos como este? ¿Realmente sirve la literatura para algo?

Muchas veces reducida en el subconsciente colectivo al género de la novela, la literatura pasa por ser con frecuencia una disciplina artística cuyo mayor objetivo --cuando no el único-- es el de contar una historia que entretenga al lector o que le ayude a conciliar el sueño. Aquellos tiempos de ensoñaciones en los que se pensaba que la literatura podía cambiar el mundo quedan muy lejanos...

Y sin embargo, aunque no sea el arma poderosa que algunos ilusos creyeron, tampoco debemos caer en el desánimo pensando que no sirve para nada. Muy al contrario: la literatura ha apoyado, sin excepción, todos los movimientos en defensa de los derechos humanos. Recordemos el gran impulso que le dieron a causas nobles novelas como La cabaña del tío Tom (en la lucha contra la esclavitud) o Las uvas de la ira (en defensa de los trabajadores tras el crack del 29).

Los organizadores de este encuentro de escritores por Ciudad Juárez conocen las limitaciones de la literatura, pero también son conscientes de su potencial. Su apuesta por defender con el uso de la pluma la paz en una ciudad sin ley no es solo una reivindicación de los derechos humanos sino también del castigado oficio de escribir.