TYto soy un hombre a una nariz pegado --como Góngora según Quevedo --. Soy una nariz superlativa. Desde que dejé de fumar, este generoso apéndice carnal mío que asoma algo ancho y levemente ganchudo de entre mis pómulos, detecta todo tipo de aromas, desde tufos hediondos a masticables fragancias de hierbabuena; desde pestazos nauseabundos de atarjeas hasta gratos perfumes embriagadores; lamentablemente ninguno se me ofrece afrodisíaco, la verdad. Mi nariz se me podría haber rebelado y negarse a cumplir su oficio de activa olfateadora, ser únicamente una prominencia perforada de mi cara que se diera a no servir para nada provechoso. Pero no, estas napias que Dios me ha dado perciben claramente, para bien o para mal, el olor de todo lo que se guisa a mi alrededor.

Hasta ahora Cáceres me había olido a ciudad de postal en papel sepia impregnado de aroma a incienso y a humo de cirio catedralicio, al agua caliente estancada en las fuentes los veranos abrasadores que provocan que el mercurio reviente los termómetros, a esquinas regadas con orín añejo, a heces de sabuesos acompañados de dueños indisciplinados, a jazmines y buganvillas enredados en celosías de terrazas, a barbacoa nocturna aromatizada con vino fresco de Cañamero, a primavera religiosa y musical, a cubata de barrio verbenero. A Cortes Inglés todavía no.

Sospechaba que últimamente mis napias estaban adquiriendo el vicio de su dueño, el de imaginar lo inimaginable, y se paseaban a la delantera de mi cara inventando olores, porque un aroma a humazo de combustión de vertedero me envolvía por las mañanas con la fresca sin que el humo se hiciera visible.

Supe el día veinticinco del corriente por el Periódico que en Cáceres reside una escombrera que se llama Labradora, que ha acogido en sus adentros un fuego muy vivo y juguetón que padece de halitosis ignífera, y al parecer los bomberos no son capaces de acabar con él, a no ser que lo entierren en vida. Gracias a El Periódico sé que puedo seguir confiando en mi nariz, aunque me gustaría que a veces me engañara.

*Pintor