TLta necesidad de tener que estar al volante durante mucho tiempo y a horarios diversos, me ha permitido conocer el panorama radiofónico de este país en los últimos años de manera intensa y además, tengo que reconocer que me ha abierto los ojos y me ha ilustrado de manera notable en algunos asuntos en los que era un verdadero profano. Tengo que reconocer que quien se lleva mi particular premio ondas a la fidelidad es el programa Clásicos Populares de Araceli y Fernado Argenta , aunque también tengo ocasión de escuchar programas como Hora 25 , La Linterna , La Brújula , Carrusel Deportivo , El Larguero , Los Cuarenta , Los 100 de la 100 , etcétera. Sin duda, la radio ofrece un amplio abanico de posibilidades para todos los gustos e intereses. Pero yo no quisiera hacer un análisis de los programas y emisoras que circulan por la red electromagnética, porque eso llevaría no uno sino centenares de artículos que quizá sean asunto de algún libro, que alguien con más condición que un servidor pudiera atreverse a escribir.

La cuestión es que últimamente, durante mis sesiones de recorrido por las emisoras, he detectado en alguna de ellas cierto radicalismo con más intensidad de lo normal, consistente en atacar al Ejecutivo que dirige Zapatero y de manera casi obsesionada a Cataluña y a los catalanes, lo cual a decir verdad me choca enormemente, no porque no sea lícito defenderse ante las agresiones, que de manera desproporcionada, está sufriendo --surgidas fundamentalmente de la izquierda catalana-- sino porque no son dignas de una emisora que representa a ciertos intereses y valores con los que muchos ciudadanos nos identificamos y respetamos.

Creo sinceramente que hay que ser más comedido y menos agresivo en los discursos y opiniones radiofónicas, dar ejemplo de tolerancia y ser más respetuoso con los demás, independientemente de que sabemos que existen otros medios que se usan de manera manipuladora y casi apológica. El camino que conduce a la serenidad y el sosiego no es otro que el de evitar la confrontación y la lucha entre los ciudadanos, así se manifiesta en infinidad de ocasiones en los textos sagrados y sólo así se evitará que unos desalmados con mala fe vuelvan a llenar nuestras iglesias de pintadas amenazantes.

*Técnico en Desarrollo Rural