WEwl presidente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra , salió ayer satisfecho de su entrevista con el presidente del Gobierno, que tuvo lugar en La Moncloa. No se esperaba otra cosa de una reunión en la que, como estaba previsto, hablaron del Estatuto de Cataluña (Rodríguez Zapatero le aseguró que el término nación no superaría el debate en el Congreso) y de infraestructuras para la región. El presidente enfatizó que, después del encuentro, "trae el AVE debajo del brazo", para más tarde señalar que Zapatero le había asegurado que estaría terminado en el 2010. Esa fecha, no obstante, no significa ninguna mejora respecto a lo que, por activa y por pasiva, se había comprometido éste y el anterior gobierno y que figuraba inalterable hasta hace quince días, cuando se conocieron las previsiones de inversiones públicas para el año próximo. En el mejor de los casos, el optimismo del presidente significa únicamente que se rebajará al 2010 la nueva fecha de 2011 que figura en el anteproyecto de Presupuestos como plazo para terminar el tramo Navalmoral de la Mata-Cáceres. En la rueda de prensa posterior al encuentro con Zapatero, Ibarra no mencionó que se procedería a dicha modificación en el trámite parlamentario. Por tanto habrá que estar atentos a la tramitación de los Presupuestos del Estado en las Cortes con el fin de comprobar que los plazos del AVE vuelven a ser los que ya había.

En su paso por las Cortes, el Presupuesto también tendrá que recoger las inversiones que estaban previstas en diciembre del año pasado para el tren de Alta Velocidad durante el período 2005-2008, y que eran de 453 millones de euros, porque en el repetidamente citado anteproyecto de Presupuestos sólo aparecen 287 millones. De igual modo, en la tramitación de las cuentas del año próximo también se tendrán que modificar las partidas que preveían un retraso en la terminación de la autovía Cáceres-Trujillo, puesto que ayer, según Ibarra, el presidente del Gobierno le aseguró que estará terminada en el 2009, y no en el 2010 como también recoge el anteproyecto de las cuentas públicas. Otro tanto podría decirse de la obra de la presa de Portaje que abastecerá de agua a Cáceres y a otras diez poblaciones y que, aunque tampoco aparece en Presupuestos, el presidente de la Junta ha comprometido su palabra de que se iniciará el año próximo, como, por otro lado, había prometido la ministra de Medio Ambiente. Es decir, que el optimismo de Ibarra debería ir a los Presupuestos, donde tendrá que quedar reflejado, o no sólo será ilusorio, sino una cortina de humo para desviar la atención de que Extremadura no sale bien parada en inversiones previstas por el Estado.

Rodríguez Ibarra también anunció el compromiso del presidente del Gobierno de visitar Extremadura para dar a conocer ese proyecto industrial que se instalará en la provincia de Cáceres y del que ayer dijo que creará mil puestos de trabajo. También habrá que estar atentos. Ojalá esa ilusión no sea ilusoria.