Asesor de la UE

Cada tres o cuatro años, el Gobierno de la nación encarga un informe para redescubrir que España está en la cola de la Unión Europea en número de ordenadores y en uso de internet, y destina dinero a aumentar las conexiones y los ordenadores de las escuelas, y así enseñar informática y a navegar por la red.

Los ordenadores no son para enseñar informática. Son para aprender matemáticas, historia, física o cualquier materia, utilizando su potencia y la increíble capacidad de acceso a información y conocimientos de la red.

¿No sería ya hora de gastar menos en cacharros y más en ayudar a los maestros a cambiar los métodos educativos para sacar provecho de estas herramientas y, al tiempo, demostrar que el ordenador no es un juguete, sino un indispensable instrumento de trabajo?