THtace ya algunos años tuve la oportunidad de conocer a fondo al cuerpo de la Guardia Civil mediante la convivencia con alguno de sus miembros, concretamente relacionados con la especialidad de Tráfico. En aquellos años, mis compañeros de piso se desahogaban conmigo contándome las putadas que determinado individuo les hacía, que por cierto, fue procesado hace poco tiempo acusado de manipulación y corrupción.

La Benemérita está de moda, tanto por sus éxitos y logros, como por su polémica organización e intervenciones como la de Roquetas, e incluso por el ser el eje conductor del libro Tricornio de Guardia del periodista Javier Ronda , algo que ha supuesto un simpático acercamiento de los agentes hacia la sociedad.

Desconozco a fondo los polémicos asuntos que ocupan la actualidad de esta institución, más allá de lo que escucho y leo en los medios de comunicación, o de lo que recuerdo de las sesiones de mis confidentes. A decir verdad resulta un tanto sorprendente y desde mi punto de vista preocupante que uno de los hitos de nuestro país esté salpicado de tanta baja laboral causada por los abusos de poder.

Los que hemos realizado el servicio militar sabemos lo que supone la disciplina militar y los códigos y reglamentos asociados, algo obsoleto en la época actual y que necesita de una intensa reforma.

La Benemérita es hoy por hoy una institución arraigada, con unos planteamientos totalmente diferentes a los que tuvo en sus comienzos, con una profesionalidad reconocida objetivamente, pero con algunas deficiencias que entre todos tenemos que subsanar: los ciudadanos reconociendo a la institución y valorando su trabajo, y la administración reformando la estructura y organización de la misma, haciéndola más abierta y sobre todo, eliminando a aquellos individuos que hacen de este cuerpo un cortijo, donde el ordeno y mando siempre debe estar por debajo del respeto y la convivencia entre las personas.

*Técnico en Desarrollo Rural